miércoles, 4 de abril de 2012

Ciudadanos y Política 1: Demócratas 66 (D66)


Mucho se habla de la profunda crisis de legitimidad y representatividad que padecen en la actualidad los partidos políticos tradicionales y con mucha razón. Los partidos sufren de una decadencia la cual de ninguna manera comenzó recientemente, sino que lleva décadas gestándose y creciendo sin que aun se encuentre solución plausible alguna. Podemos establecer el inicio de este ocaso   en los esplendorosos y turbulentos años sesenta, una era de movimientos de ruptura y contraculturales donde se hizo evidente que estaban surgiendo con fuerza nuevos actores sociales enfocados a preocupaciones propias del desarrollo de la denominada “posmodernidad” y ajenos en mayor o menor medida a los dilemas de la era industrial que habían sido determinantes en la formación de los sistemas de partidos tradicionales con sus grandes familias políticas: socialistas, conservadores, democristianos, socialdemócrata, comunistas, liberales, etc.

Quizá el primer partido que surge como una opción preocupada por devolverle a los ciudadanos parte de la representatividad que los anquilosados partidos tradicionales le habían secuestrado fue el surgimiento en Holanda del movimiento Demócratas 66 (D66), fundado en octubre de 1966 por ciudadanos que tenían como característica no haber participado nunca antes en política, pero a los que no convencía las organizaciones demasiado burocratizadas y excesivamente ideologizadas y/o sectarias de los partidos políticos tradicionales holandeses (socialistas, cristianos demócratas, comunistas, etc.). A su congreso fundacional asistieron solo 44 militantes, quienes hicieron un llamado al pueblo de Holanda para “recuperar las instituciones democráticas”. Desde un principio el partido se autodenominó “ciudadano” y, en líneas generales, ha mantenido desde sus inicios una ideología social liberal y ha formado parte como socio minoritario de la mayoría de las coaliciones de gobierno que ha habido en Holanda desde 1966. Sus líderes fundadores fueron el periodista Hans van Mierlo (Mierlo, no miarlo) y el escritor Hans Grutijers.

En su creación, los dirigentes de D66 convocaron a los ciudadanos a retomar en sus manos el control de los órganos de gobierno. Desde su fundación, los Demócratas 66 han abogado por tener una visión pragmática de las labores gubernamentales, privilegiando las soluciones técnicas, científicas y humanistas sobre las políticas, y a someter, en todo momento, la labor gubernamental al escrutinio ciudadano mediante el impulso de mecanismos de democracia directa (referéndum, plebiscito, revocación de mandato, etc.) y la elección directa de autoridades (primer ministro, alcaldes).


La estrategia electoral de D66 se ha centrado en movilizar el voto de muchos abstencionistas y desengañados con los partidos tradicionales que, a su juicio, monopolizaban la escena política y mediática en Holanda. Al iniciar su labor política, sus expectativas eran únicamente lograr entrar en el Parlamento holandés y continuar creciendo, pero en las elecciones generales celebradas en Holanda en 1967 logó ganar 7 escaños, algo completamente inusitado para una organización emergente y que fue una gran noticia a nivel europeo. Poco tiempo más tarde su éxito en las urnas se amplió al grado que  D 66 entró como socio minoritario de una coalición gubernamental a principios de los años setenta.

Las líneas esenciales aprobadas en su congreso fundacional de octubre de 1966 se basan en la defensa de libertades individuales, la igualdad entre ciudadanos y respeto a las identidades locales de las tierras que conforman los Países Bajos. Los Demócratas 66 rechazan ser homologados en el eje tradicional “izquierda-derecha”, sino que afirman moverse más bien en el eje “libertad-autoritarismo”, ellos moviéndose en lado de la libertad, por supuesto, en una lógica que consideran mucho más cercano a los problemas reales de la ciudadanía. También rechazaban identificarse con cualquier tipo de filiación religiosa. En los Países Bajos existen varios partidos claramente adscritos en este tipo de identidades.
El ideario de D 66 se articula en los siguientes grandes renglones:

Ciudadanía: El Estado no tiene derechos per sé, sólo los tienen las personas. El estado tiene los alcances y límites que los ciudadanos libres quieran darle. Primero son los ciudadano y después el Estado. Rechazan cualquier visión que exalte al Estado en perjuicio de los ciudadanos.

Libertad e igualdad: promueve el espíritu crítico y aboga por los valores democráticos e ilustrados. El Estado debe promover la igualdad de oportunidades de forma que ni el origen étnico, ni el idioma, ni el sexo, ni la posición económica de la familia, determine privilegios.

Laicismo: entendido como neutralidad de la Administración pública tanto en aspectos religiosos como identitarios, y defensa de los valores democráticos e ilustrados. Los sentimientos y las identidades son respetables en tanto que actividades privadas, pero no se puede permitir que se impongan por delante de los derechos públicos de los ciudadanos.

Privilegiar la educación y la investigación científica y tecnológica: Como la manera más efectiva de garantizar igualdad de oportunidades a los ciudadanos y de mantener la competitividad del país frente a la globalización. Llaman a evitar el centralismo educativo, promover la capacitación constante del profesorado y vigilar la excelencia académica.

Defensa del medio ambiente: con la defensa del desarrollo sustentable uso de energías reciclables y una visión pragmática en energía nuclear
Libertad individual: D66 fue uno de los principales promotores del matrimonio entre homosexuales, la eutanasia, la despenalización del aborto y del consumo de drogas

Libertad económica: D66 está a favor de la economía de mercado y de una administración eficiente y vigilada por la ciudadanía. Fue uno de los arquitectos del sistema de salud pública (uno de los mejores del mundo, y ha sido uno de los principales promotores a las recientes reformas al sistema de pensiones, edad de jubilación y legislación laboral.

Como se ve, muchas de las ideas de vanguardia postuladas por D 66 a mediados de los sesenta en temas hasta ese momento ignorados por los partidos tradicionales tales como el ecologismo, lo0s derechos de los gays, la legalización de drogas, etc. son las banderas que desde los años setenta y ochenta han defendido partidos emergentes tales como los ecologistas y que ha adoptado (de forma tardía, por cierto) buena parte de la izquierda en todo el mundo.

D 66 pretendió desde su origen distinguirse de los partidos tradicionales ensayando con estructuras internas lo menos burocratizadas posibles, tratando de evitar aquel fenómeno que Michels llamó “ley de hierro de las oligarquías”, es decir, la inevitable tendencia de las estructuras burocráticas a crear férreas oligarquías dirigentes, pero los resultados de estos esfuerzos no han sido del todo convincentes.

El partido tiene tres órganos centrales, elegidos en el Congreso, de dirección, representación y garantías: el Comité Ejecutivo, el Consejo General y la Comisión de Garantías. El Comité Ejecutivo está compuesto de 15 miembros. El Consejo General es el máximo órgano representativo del partido entre Congresos, y está integrado por los miembros del Comité Ejecutivo, por 35 miembros escogidos en listas abiertas en el Congreso y hasta 25 representantes de las federaciones de agrupaciones. Le corresponde supervisar la actividad del Comité Ejecutivo y determinar las líneas políticas a seguir.La Comisión de Garantías, formada por 9 miembros, es la encargada de velar por el cumplimiento de los Estatutos y el resto de normativa interna, así como por el respeto a los derechos democráticos de los militantes.

Los militantes del partido se organizan en agrupaciones de tres tipos: Territoriales, Sectoriales y la Agrupación Digital.
Las Agrupaciones Territoriales integran a afiliados de una misma zona geográfica:
Las Agrupaciones Sectoriales integran a afiliados de una misma rama profesional o con un mismo interés. Así, existen Sectoriales de Ciencia y tecnologia, Comunicación e Imagen, Educación, Función Pública, Técnica (Ingenieros, arquitectos,), Jóvenes, Jurídica, Política Interior, PYME, Sanidad y Universitaria.
Agrupación Digital es el cauce de participación de los afiliados que deciden trabajar preferentemente a través de internet, ya sea por su situación personal, su lejanía de cualquier agrupación territorial, o su simple deseo de realizar su aportación al partido a través de la red.
Federaciones


Actualmente, mientras el proceso de expansión del partido está en desarrollo, las agrupaciones territoriales se dividen en dos federaciones, lo cual facilita y agiliza los asuntos internos y decisiones del partido según las necesidades e intereses de cada zona.
Resulta evidente que, a final del día, la estructura del D66 no difiere demasiado del de los partidos tradicionales. Por otra parte, el éxito inicial de D 66 hizo que el partido tuviera muy pronto responsabilidades gubernamentales, hecho que provocó intensas disputas y divisiones internas ya que no es lo mismo militar en un movimiento testimonial dedicado exclusivamente a la difusión y sostén de buenas intenciones que trabajar en un partido corresponsable en la toma de decisiones de política real. De hecho, D 66 fue casi víctima de su éxito, a causa de los dilemas internos creados por aceptar participar en coaliciones gubernamentales. Sin embargo, D66 ha sabido sortear bien sus crisis gracias a liderazgos eficaces y a que los temas que desde mediados de los sesentas han postulado son cada vez más vigentes.
Los logros y fracasos del partido ciudadano D66 de los Países Bajos ha sido muy parecido a lo que ha pasado en otras naciones que han visto surgir partidos exitosos con aspiraciones exclusivamente “ciudadanas” y hasta de “antipolítica”y que han llegado a formar parte de coaliciones gubernamentales a nivel local y nacional. Tal ha sido el caso, por ejemplo, del Partido Verde Alemán, el cual analizaremos en la próxima entrada.
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