sábado, 7 de abril de 2012

Ciudadanos y Política 3: Los Partidos Pirata.


Aproximadamente cuatro décadas después de la aparición de los partidos verdes ha surgido en Europa una nueva ola de partidos ciudadanos desideologizados y abiertamente anti-políticos aupados por el uso creciente de las nuevas tecnologías, por el acusado desgaste de los partidos tradicionales y por la grave crisis económica que el mundo padece desde hace ya casi cuatro años: los partidos pitara, el primero de los cuales surgió en Suecia en 2006 con el propósito de lograr el libre intercambio de archivos en el internet, limitando los derechos de autor y exigiendo garantías para la privacidad de los usuarios. Como sucedió con los partidos ecologistas, el movimiento nació con una single issue (monotema), en este caso el de la defensa de las libertades civiles en la sociedad de la información. Pero más allá de ello muchos electores le vieron como una oportunidad de manifestar su descontento con los partidos e ideologías de siempre y con las formas tradicionales de hacer política. En Suecia consiguieron más del 7% de los votos en las elecciones para el Parlamento Europeo celebradas en 2009, obteniendo un escaño.
Impelido por sus triunfos en Suecia, el estandarte pirata emprendió un movimiento internacional. Surgieron partidos hermanos en decenas de países, sobre todo europeos, pero fue en Alemania, la nación donde más éxito han cosechado los ecologistas, donde llegaron a ganar el 2% del voto en las elecciones federales de 2009, y todo esto con una plataforma política muy específica que incluye facilitar el advenimiento de una sociedad de la información "diversa y abierta" en base la protección de los derechos de los ciudadanos, la libre difusión de la cultura y la consideración de que las patentes y los monopolios privados perjudican a la sociedad. Asimismo, los piratas abogan por el derecho a la privacidad en internet ante un desarrollo tecnológico que permite a los Estados controlar las comunicaciones de los ciudadanos, la limitación de los copyrights para poder compartir copias, o difundir o emplear obras para usos sin ánimo de lucro y la supresión de patentes que sirven para solo crear monopolios y representan una traba para la innovación.

¿Cómo se explica el empuje de una formación surgida de Internet, al margen de los cauces políticos habituales, y con un programa tan específico? Pues porque justo por ello resultan agtractivos a los votantes jóvenes, principales usuarios del internet y muy distanciados de la política tradicional, ante el fracaso de los partidos en la tarea de desarrollar políticas sensatas para la naciente sociedad de la información. A juicio de muchos dirigentes piratas, la mayoría de los partidos en vez de aprovechar las fantásticas posibilidades democráticas de Internet, quieren usar la nueva tecnología para crear un Estado de vigilancia en el que el Gobierno tenga más control sobre la vida cotidiana de los ciudadanos.

Ahora bien, tal como sucedió con los verdes, el crecimiento de los partidos pirata obliga a estos a ampliar la gama de sus propuestas políticas y a asumir posturas claras sobre los otros temas de la vida pública. Sucedió que con la causa ecologista, nacida de la sociedad civil, los grandes partidos tradicionales acabaron incorporando sus reclamaciones y en Alemania, por su lado, el Partido Verde logró responder al resto de tener propuestas políticas para todos los principales temas de la compleja sociedad alemana contemporánea. Muy probablemente algo similar acontezca con los Piratas, hoy todo frescura, autenticidad y credibilidad, pero cuyo reto será aprender a conducirse como una organización coherente y genuinamente alternativa si no quieren sucumbir ante sus poderosos y mejor organizados rivales.

Muchos observadores son escépticos sobre el futuro del partido, y consideran que su ascenso es fruto de una coyuntura. Opinan que en cuanto se regulen sus reivindicaciones la organización podría hacerse prescindible. Se benefician de su imagen antipolítica en una era en la que los políticos son sumamente impopulares, y al votante joven usurario de internet pos varias horas al día, le suenan ajenos asuntos como la viabilidad de los sistemas sanitarios, el combate contra los déficits presupuestarios, la reforma a las pensiones la creación de infraestructuras o la política exterior. Ve en los piratas a personajes poco solemnes alejados de la imagen tradicional de los políticos y les votan justo por eso, pero , ¿Qué sucederá cuando vean que se comportan como políticos normales? ¿Pasaremos de la utopía al desengaño?

During a rally against state and corporate surveillance policies in Berlin...
Eso el tiempo lo dirá, por lo pronto, sin estructuras, pocos recursos y liderazgos muy laxos en Alemania ya lograron ingresar con parlamentarios propios a las legislaturas locales de Berlín (15 diputados con el 8.9% de los votos en septiembre de 2011) y del Sarre (4 diputados y el 7.4% de los votos en marzo 2012. En mayo está previsto que lleguen a los de Schleswig-Holstein y Renania del Norte-Westfalia. Un crecimiento demasiado espectacular para un partido meramente “de protesta” que está sacudiendo el panorama político de Alemania. Y da gusto saber que su primer ingreso triunfal en una asamblea legislativa y cámara de representación popular fue en Berlín, gran ciudad desde siempre ampliamente liberal y de vanguardia
Es precisamente en Alemania donde los Piratas aportado nuevas ideas además de las de derecho de uso de materiales y limitaciones al copyright que dieron origen al movimiento. Los Piratas alemanes han adoptado las banderas de la lucha contra el extremismo de derecha, la ampliación y respeto irrestricto a las libertades individuales, el laicismo más radical y, sobre todo, la democracia directa, posible ahora con el uso intensivo de las nuevas tecnologías de la información. Ese es su gran reto: hacer que su política "online" sea real, demostrar que el modelo de la democracia vía twitter, Facebook y redes sociales se puede llevar a la práctica.

Por otra parte, llama la atención el hasta la fecha muy limitado crecimiento del Partido Pirata en las naciones de Europa Meridional (España, Portugal, Grecia, Italia), países tan severamente castigados por la crisis donde los partidos tradicionales son muy impopulares por el torpe manejo que han hecho de las finanzas públicas y que, por tanto, se esperaría que un movimiento antipolítico como el pirata creciese a ritmos desorbitados. ¿Será este fenómeno un acontecimiento exxclusivo de las naciones septentrionales de la vieja y decadente Europa? ¿Por qué?
Outsiders de una nueva generación cuya oposición al establishment les da un simpático aire de anarco-individualismo. Algo definitivamente nuevo en la anquilosada política europea, aire fresco. Los piratas son ciudadanos desideologizados del siglo XXI con contenidos programáticos llenos de lagunas que, de momento se centran en promover la participación directa de la gente y la transparencia. Proponen cosas como llevar un escáner al parlamento para poner en la red todos los contratos públicos y desean que las comisiones se retransmitan en directo por Internet, obligar a los funcionarios al uso de bicicletas en lugar de coches oficiales, uso intensivo de la red para referéndums y plebiscitos, en fin, la revolución digital. Y son los primeros votantes los más convencidos por esta propuesta. Más del 20% de primeros votantes en Berlín y el Sarre se decantó por los piratas. ¿Podrá consolidarse esta nueva fuerza política y sobrevivir a su propio éxito?

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